Piensa como perro y acertarás
¿Premios si, o premios no?
Hace unos días abríamos un debate en nuestras redes y preguntábamos si, a la hora de educar estaba bien usar premios o no.
La mayoría está a favor, o piensa que el uso de premios está bien. Pero ahora vamos a explicar un poco este tema, porque en internet hay mucha información y técnicas. Está de moda el hablar de un entrenamiento positivo, etc. El problema es que detrás de muchos de esos entrenamientos, suceden cosas no tan sanas por así decirlo. Entrenar positivamente no debe traducirse en dar premio comestible. La cuestión, como todo en la vida es encontrar el equilibrio y no menos importante, entender desde el conocimiento científico, cómo funciona el cerebro.
Lo primero que debemos entender es qué es un premio. Por lo general, la palabra premio esta asociado a algo comestible, a una golosina que se le da al perro cada vez que logra lo que le pedimos. Pero premio es la recompensa, sin ser necesariamemte algo para tragar. Por ejemplo, una felicitación, una palmadita en la cabeza, un mimo, un juguete. Premio no siempre es sinónimo de comida. ¿A quién no le gusta recibir un reconocimiento cuando logra un objetivo? Cuando en tu trabajo realizas una tarea perfecta, digna de ser destacada por tu jefe, ¿cómo te sientes cuando te felicitan? El reconocimiento es algo agradable.
El premio comestible, si bien a primera vista genera algo gradable, pasa por otro mecanismo relacionado con la ansiedad. Pero no quiere decir que no se pueda usar comida. El problema viene cuando se usa mal y terminamos generando, sin querer y por desconcimiento, patologías nerviosas y usándolas como un método. ¿Qué quiere decir esto? Que el premio comestible mal usado provoca que el cerebro funcione de una forma no adecuada, por decirlo de una manera. Porque esa recompensa hace que se liberen neurotrasmisores que en un principio crean una sensación de bienestar, pero ese "método de enseñanza" genera una adicción en el perro. Si, los perros como los seres humanos se pueden volver adictos. El perro se esfuerza mucho por conseguir ese premio, cada vez más, porque necesita calmar su ansiedad, que se le creó para que hiciera las "cosas bien", pero le genera más ansiedad, y es así como se termina en un círculo vicioso.
Así que, premia a tu perro cuando logra algo. ¡Felicítalo! No hay nada como el reconocmiento.
Cuidado con las técnicas, tips y secretos.
Acá estamos de nuevo. Para hablarte de algo que sucede muy a menudo.
Si algún profesional del mundo de la educación canina te dice " te enseñaré una técnica... ¡Corre! Y no para inscribirte. Huye cuanto antes de ahí. Y te vamos a explicar por qué.
Cuando alguien quiere vender un servicio de educación o adiestramiento para perros, es muy común que te digan : " te enseñaremos las técnicas..." ( también pueden decirte tips, trucos, secretos)
Pero la educación no funciona así.
Es cierto que existen generalidades, pero vender una técnica que funcione para todos los perros es una mentira, simplemente porque cada perro es único en su existencia, su forma de gestionar las emociones y de percibir el entorno. Por lo tanto, su forma de aprender, sus tiempos para hacerlo, etc. son únicas.
Es cierto que a simple vista podemos ver un perro con el que usaron "técnicas" y que funciona de maravilla. Pero ¿ funciona de maravilla?
Si miramos más a fondo, seguramente nos daremos cuenta de que no.
Normalmente, quienes venden sus técnicas trabajan sobre la conducta. Es decir, eso que vemos que hace el perro y que está "mal". Por ejemplo, un perro se pone nervioso en los paseos cuando ve otro perro. La conducta es que le ladra mucho, posiblemente por miedo. Si le calzamos un collar de ahorque y lo hacemos pasar por otros perros sin opción de movimiento, posiblemente deje de ladrar, se "corrigió" la conducta. Pero, no hubo aprendizaje, gestión emocional ni autocontrol. ( Sin contar que se reprimieron emociones que desencadenará en otros problemas) Lo que quiere decir que en algún momento, esa conducta puede aprecer nuevamente o aparecer otra igualmente inapropiada.
El tema aquí es que no se trabajó en el comportamiento.
La conducta es lo que vemos.
El comportamiento es la suma de la conducta, la emoción y la cognición.
Por eso es necesario entender que un perro es mucho más de lo que vemos, y que existen diferentes terapias para trabajar el comportamiento y ver cambios reales.
En resumen, aplicar tips o técnicas que nos venden para cualquier perro puede ser perjudicial. Un buen profesional debe conocer el perro, su familia, su historia, su entorno y dinámicas.
El olfato: el gran sentido canino.
Un poco relacionado con el tema que tratamos anteriormente, la importancia de los paseos de calidad, hoy vamos a ver el olfato y por qué decimos que es el gran sentido de los perros.
Nuestros compañeros reciben mucha información a través de su nariz. ¿Cómo funciona? Los perros tienen una membrana que atrapa las moléculas olorosas cuando el aire pasa a los pulmones. Tienen millones de células especializadas para captar dichas moléculas.
Esa información viaja al bulbo olfatorio, se clasifica y va a distintas partes del cerebro como por ejemplo el área de la memoria, recordando durante toda su vida los olores, por ejemplo de personas o lugares.
¡Pueden reconocer un millón de olores diferentes!
Además tienen órganos especiales como lo es el órgano de jaocbson que se encuentra encima del paladar. Por eso, a veces los vemos oliendo con la boca abierta. Este órgano está especializado en analizar las feromonas, que son partículas más grandes procedentes de los seres vivos.
Los perros son capaces de descomponer un olor parte por parte.
El olfato para los perros es lo que la vista para nosotros.
Te ponemos un ejemplo.
Imagina que te llevo a la cocina donde se está preparando una comida. Pero te llevo con los ojos tapados y te pido que me cuentes todo lo que lleva la preparación.
Tal vez puedas decirme algunos ingredientes, pero si te destapas los ojos, podrás hacer una lista. Cuando ves, te cambia toda la perspectiva. Hasta seguramente te sienas más en calma. Ver te da seguridad.
Lo mismo pasa con los perros, pero a ellos con el olfato. Por eso siempre hacemos hincapié en que hay que dejarlos olfatear en el paseo. Que analicen el entorno. Porque saben lo que ocurre alrededor y eso genera calma. Es una actividad que necesita concentración y estimula el cerebro para volverlos más reflexivos y ayudarlos a tomar buenas decisiones.
Olfatear es parte del trabajo de gestión emocional, y cuando se trabaja con perros que les cuesta analizar por medio del olfato, o que tienen problemas de reactividad o estrés, hace la diferencia.
Un paseo de calidad
Cada vez que sales a pasear con tu perro. ¿Para quién es el paseo? ¿Estás seguro de que cubres sus necesidades?
En este artículo te vamos a contar por qué es necesario que tu perro tenga un paseo de calidad, qué cosas le gusta hacer y por qué debes dejar que las haga.
Primero que nada, asegúrate de que el tiempo que vas a dedicarle a la salida, realmente se lo puedas brindar, es un momento para tu perro. No vayas mirando el celular; los perros, cuando hay buena comunicación, tienden a buscarnos con la mirada. Eres su compañero. Si no le prestas atención, siente que no estás en realidad con él.
Utiliza herramientas que sean cómodas, como arneses, los hay de varios modelos. ( Claro que depende de cada perro, hay algunos que con collar caminan súper bien, sin tirones). Si tu perro tira, deberás enseñarle a caminar, pero de ninguna manera, en estos casos, se debe usar collar de ahorque (existe una fundamentación sobre esto, así como mucha información).
El largo de la correa también es importante, utiliza correa de dos metros como mínimo, si el paseo es en ciudad. (acortas cuando sea necesario) y una correa de siete o diez metros para lugares abiertos.
Una correa larga se puede acortar, pero una correa corta no se puede alargar.
Cuando utilizamos correas largas, le entregamos al perro el poder de decisión. Está bien que elija donde olfatear por ejemplo. Le ayuda a gestionar mejor las emociones que ´pueden ir apareciendo a medida que hacen el paseo. Puede hacer pausas y retozar si lo desea. Si llevo una correa corta y encima tensa, seguro mi perro irá tenso y no disfrutará, además de que pueden empezar a aparecer problemas. Normalmente, cuando tenemos un perro que tira,y cambiamos de herramientas, el paseo mejora notoriamente.
La correa es un puente, nos permite comunicarnos. En cada extremo hay un ser vivo que reacciona, que se comunica y ambos tienen un vínculo. Un vínculo que se verá beneficiado con paseos de calidad, ya que éste es uno de sus beneficios.
Tu perro necesita olfatear, y de verdad lo necesita. (Oler cacas también) Él conoce y analiza el mundo por el olfato. Este sentido, el primero en desarrollarse, hace que el perro se vuelva más analítico y reflexivo. Se activan áreas del cerebro relacionadas con las emociones, y mucho más. (Ya escribiremos sobre el olfato, ya que es un tema amplio y súper importante)
Por otro lado, existe el mito de que el perro debe caminar junto al guía, porque si va delante "te quiere dominar". Esto es totalmente falso, son creencias antiguas que ya deberían estar desterradas. Créenos que tu perro será más feliz y más equilibrado si dejamos de tener el control en todo lo que hace. El paseo debería ser un momento de disfrute total, no una pesadilla donde le decimos por dónde ir, donde mirar, donde oler, etc.
Este es el inicio de este tema, vamos a ir profundizando y hablaremos de cuando nos encontramos con otros perros, tipos de paseos, el paseo militarizado y sus consecuencias.